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+ Y aquí también me atrevo:



Que una realidad se oculte detrás de las apariencias es, a fin de cuentas, posible; que el lenguaje pueda reproducirla, sería ridículo esperarlo. Por qué, pues, adoptar una opinión en lugar de otra, recular ante lo banal o lo inconcebible, ante el deber de decir y escribir cualquier cosa? Un mínimo de cordura nos obligaría a sostener todas las tesis al mismo tiempo, en un eclecticismo de la sonrisa y de la destrucción. Hasta llegar a saber que a todos los aspectos del pensamiento les llega su momento, su frivolidad: así, hoy, a la idea de la Nada...


Qué caducos nos parecen la Identidad, la Carne, el Espíritu. Obligándonos a sonreír, sucesivamente, a las ideas de aquellos a quienes mendigamos, la Miseria convierte nuestro escepticismo en sustento. Desde que recuerdo, no he hecho más que destruir en mí el orgullo de ser hombre. Y deambulo por la periferia de la Especie como un monstruo temeroso, sin la envergadura suficiente para aullar en nombre de otra banda de monos.


Y Petulante, me hundí en lo Absoluto; emergí troglodita. Aprendí luego que El cinismo de la soledad extrema es un calvario que la insolencia atenúa.


Que haya o no solución a los problemas, eso no preocupa más que a una minoría; que los sentimientos no tengan ninguna salida, que no desemboquen en nada, que se pierdan en ellos mismos, he ahí el drama inconsciente de todos, el insoluble afectivo que cada uno sufre sin pensar en él.



Al final entre más difuso sea el objeto de una pasión, mejor ella nos destruye; la mía fue J*****; sucumbí ante su Imprecisión y mi Imperfeccion. +


By Damian Dior.
Unknown Date.

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