+ La Vindicación de Judas +

~Difícil es pronosticar un desenlace tan catastrófico contra el que se ha luchado tanto. El sentido común obliga al individuo promedio a esforzarse y encarecidamente dirigir su lucha a sortear males lamentables, a conducir la barca con un ritmo sereno y armonioso; pero el azar querido amigo, el azar… Cómo familiarizarnos con la voluntad de los inmortales? Cómo profetizar el tono del ocaso en el último DIA de nuestra civilización? El hombre, en su interminable involución, exhibe con orgullo estúpido su amor a la ignorancia y su inclinación deshonrosa a la pereza.

Esta es la sorda elocución que me devoraba en mi espera infortunada. Soy portador de la semilla de la autodestrucción desde hacia tiempo. El mal, como erróneamente lo imaginamos, o más bien, con ese cándido esfuerzo religioso, lo caricaturizamos, ha de transformar la vida para todos en desigual oportunidad; una palabra como accidente que pulveriza lo que se entiende como razón, y allí queda en cenizas el ideal orgulloso de lo que llamaba yo atracción.

Y si reflejarse en el pasado y ahogarse algunas veces buscando Alientos donde no los hay es una manera eclética de abandonar la manera de sobrevivir por unos minutos. Por que entrar en la tristeza y en el patetismo es como convalecer de una manera aguda, estirado en el suelo viendo como las cosas pasan, el mundo se mueve y sin embargo no podría estar más estática. Lo que se esconde en mis habitaciones secretas, lo que no se ve cuando me miran a los ojos, tiene siempre su noche de diversión. Es un simbolismo donde la honestidad no tiene cabida y la sinceridad se usa como un arma de doble filo, y me lamento por que aunque el y yo no nos conocemos profundamente compartimos un amor por el caos que esta mas allá de un sentimiento hermoso. Donde cabe entonces el resto de lo que se escurre por las cuencas de mis ojos en forma de Absenta? Diferimos, incongruentes y absurdos; diferimos. Y toda esta ilusión, y todas estas formas obtusas…

Las ruinas de mi corazón enmarcadas en un momento producto de la equivocación”.

Ha sido una larga noche, esperando a que se erosionen los restos de mi memoria, ha sido un largo camino confinado a creer que nada puede lastimarme, nada puede detenerme. Y esto ha sido un lugar para que devore mi acompañante, y a traves de sus ecos comprendo y se que aun me desquebrajo. A la mínima expresión con fingida monotonía pase la noche, y su noche, y nuestra penumbra. Pero existen pesadillas cuya huella mantiene tanta fuerza, tanto brillo, que la realidad les concede tribuna pródiga; y su peso, sobre el quebradizo lomo de la víctima, abruma en espacios que lesionan insidiosamente. Y allí yacen sus ojos para Mi.

Hacía todo lo que podía para resguardar a mi mente del asalto de esas escenas en su memoria, y él sabe que mi esfuerzo hubiera atemorizado a esos diablos armados con alabardas detrás de su consciencia, hambrientos de restregarle en las narices un pasado torcido, que no se detendrían por nada para atormentarlo en un momento de descontrol mental. Pero lentamente comencé a ceder al escuchar las nimiedades de una charla propia de la canalla que ha involucionado hasta los albores de la estupidez. Poco a poco tomaron la brida de su voluntad reminiscencias de una lucha perdida mil veces. Mis labios emitían algo como un soplido prolongado que sólo hubiera escuchado mi bella acompañante, de no haber estado sumida en las basuras de sus juicios mundanos sobre mis acciones.

Y finalmente obtuve el resultado de la tortuosa espera, el cual fue predecible, lo supe desde que vi en su mirada el hondo abismo de la indiferencia. Y heme aquí reparando lo que nunca pudo romperse, vergonzante el esfuerzo que dediqué... Quede marcado aquí con el sello de lo efímero e hipócrita, y la reprobación.



Virtually yours,
Damian Dior.


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